Nací en los Alpes y, al principio, no tenía ningún vínculo con el mundo de la cuchillería. Fui estudiante de deportes y campeón de kayak durante cinco años, formando parte de la selección nacional.
Después de un tiempo, decidí dejar los estudios y me fui a Thiers para aprender el oficio de cuchillero. Tuve la suerte de ser aprendiz de Manu Laplace, una auténtica referencia en este mundo.
Estuve trabajando unos años en una fábrica para poder comprar mis primeras máquinas y en 2014 lancé mi primer modelo: el Névé. A partir de ahí vinieron muchos otros diseños…
Mi estilo está muy influenciado por los ríos de montaña de los Alpes, y tengo una verdadera obsesión por los materiales raros: dientes fosilizados de león cavernario, vértebras de tiburón, meteoritos… cuanto más extraño, mejor.
En 2022 empecé a forjar mi propio damasco y ahora mismo estoy aprendiendo técnicas de grabado para llevar mis piezas a otro nivel.
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